Te alabaré por siempre


Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios, El cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre, Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos.

Jehová liberta a los cautivos; Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.

Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna.

Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya.



Salmos 146:1-10


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