Si se humillare mi pueblo / 2 Crónicas 7:14

"Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra." 2 Crónicas 7: 14.   Llamados por el nombre del Señor, somos, sin embargo, hombres y mujeres que yerran. ¡Cuán grande misericordia es que nuestro Dios esté presto a perdonar! Siempre que pecamos, apresurémonos al propiciatorio de nuestro Dios, en busca del perdón.  Hemos de humillarnos. ¿No deberíamos ser humillados por el hecho que después de recibir tanto amor, todavía transgredimos? Oh, Señor, nos postramos delante de Ti en el polvo, y reconocemos nuestra cruel ingratitud. ¡Oh, la infamia del pecado! ¡Oh, la infamia que es siete veces más terrible en personas tan favorecidas como lo hemos sido nosotros!  Además, hemos de orar pidiendo misericordia, limpieza y liberación del poder del pecado. Oh, Señor, óyenos ahora, y no apagues nuestro clamor.  En esta oración hemos de buscar el rostro del Señor. Él nos ha dejado por causa de nuestras faltas, y debemos suplicarle que regrese. Oh, Señor, míranos en Tu Hijo Jesús, y sonríe a Tus siervos.  Esto ha de ir acompañado con nuestro rechazo del pecado, pues Dios no puede volverse a nosotros a menos que nos volvamos del pecado.  Luego viene la triple promesa de oír, perdonar y sanar. Padre nuestro, concédenos esta triple promesa de inmediato, por nuestro Señor Jesucristo. 🙏 Amén

No temas, Yo estoy contigo

"Mira, Jehová tu Dios te ha entregado la tierra; sube y toma posesión de ella, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho; no temas ni desmayes." Deuteronomio 1: 21   Hay una herencia de gracia que debemos ser lo suficientemente valerosos de ganar para que se convierta en una posesión nuestra. Todo lo que un creyente ha ganado, está disponible para los demás. Podemos ser fuertes en la fe, fervientes en el amor, y abundantes en la labor; no hay nada que lo impida; subamos y tomemos posesión. La más dulce experiencia y la gracia más resplandeciente, nos pertenecen tanto a nosotros como a cualquiera de nuestros hermanos. Jehová nos las ha entregado; nadie puede impugnar nuestro derecho; subamos y poseámoslas en Su nombre.  El mundo está también delante de nosotros para ser conquistado para el nombre de Jesús. No hemos de dejar ningún país, ni ningún rincón del mundo sin que sean sometidos. Ese barrio bajo cerca de nuestro hogar está delante de nosotros, no para frustrar nuestros esfuerzos, sino para ceder ante ellos. Sólo tenemos que cobrar el suficiente valor para seguir adelante, y ganaremos para Jesús hogares oscurecidos y corazones empedernidos. Nunca dejemos que la gente que esté en una calzada o en un angosto callejón muera porque no tenemos suficiente fe en Jesús y en Su Evangelio para subir y poseer la tierra. Ningún lugar está demasiado entenebrecido, ninguna persona es tan profana como para estar más allá del poder de la gracia. ¡Fuera de aquí, cobardía! La fe marcha a la conquista. 🙏 Amén

Devocional del día: Atletas de Cristo. 1 Corintios 9:24‭-‬27 RVR1960

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
1 Corintios 9:24‭-‬27 RVR1960

Devocional del día: Jehová te bendiga, y te guarde. Números 6:24

"Jehová te bendiga, y te guarde." Números 6: 24.   Esta primera cláusula de la bendición sacerdotal es sustancialmente una promesa. Esa bendición que nuestro grandioso Sumo Sacerdote pronuncia sobre nosotros, vendrá con certidumbre, pues Él habla la mente de Dios.  ¡Cuán grande gozo es permanecer bajo la bendición divina! Esto inserta un sabor de gracia en todas las cosas. Si somos bendecidos, entonces todas nuestras posesiones y goces son bendecidos; sí, nuestras pérdidas y nuestras cruces, e incluso nuestras desilusiones son bendecidas. La bendición de Dios es profunda, enfática y eficaz. La bendición del hombre puede comenzar y quedar en palabras; pero la bendición del Señor enriquece y santifica. El mejor deseo que podamos sentir para nuestro amigo más querido no es"que la prosperidad te acompañe" , sino,"Jehová te bendiga" .  Es también algo muy deleitable ser guardados por Dios; guardados por Él, guardados cerca de Él, guardados en Él. Aquellos que son guardados por Dios son eficazmente guardados; son preservados del mal, y son reservados para una felicidad sin límites. La guarda de Dios va acompañada de Su bendición, para afirmarla y hacer que permanezca.  El autor de este librito desea que la rica bendición y la segura guarda pronunciadas aquí, lleguen para cada uno de sus lectores que pueda estar en este instante mirando estas líneas. Y si su autor viviera, por favor, eleven este texto a Dios como una plegaria por Su siervo. 🙏 Amén